No hay un solo día en que un ciudadano cualquiera deje de pagar por el uso de cualquier Servicio Público, ya sea prestado por el Ayuntamiento de su localidad, por la Comunidad Autónoma al que pertenezca ese municipio o por el propio Estado al que pertenecen ambas Entidades; se supone que muchos servicios son gratuitos, pero nada más lejos de la realidad puesto que todos se sufragan por el pago de impuestos que gravan a los ingresos de toda persona física, da igual que provengan de un sueldo de empresa privada, pública o incluso, de cualquier prestación social. Es más, esas mismas Entidades, locales, autonómicas o estatales, están obligadas (en base a distintos acuerdos con las empresas privadas prestatarias del determinado Servicio) al pago de algunos Servicios Públicos que el usuario no realiza directamente a la empresa……
Ah…!!!!, no, perdón, el Ayuntamiento de Granada está exento de cumplir esos acuerdos, el Ayuntamiento de Granada no debe pagar lo pactado en un acuerdo que data de años atrás y aún vigente con los Eurotaxis de su ciudad; no, el Ayuntamiento de Granada no está vinculado a cumplir la legalidad. El Ayuntamiento de Granada va, y le pasa la patata caliente a un Instituto Metropolitano del Taxi, creado por él mismo por la Comunidad Autónoma o vaya usted a saber por quién ni falta que hace saberlo; y eso, le pasa la bola al instituto ese que encima se crea anacrónicamente, es decir, a finales de año, en Noviembre (que vaya mes raro para traspasar competencias…), no en Enero para poder empezar con la “era limpia”, ¿para qué Enero? Vamos a hacerlo funcionar antes que acabe el año, que así jode más……..
Y claro, ahora el Ayuntamiento dice que el que paga es el instituto ese, y el instituto que es el Ayuntamiento el que tiene que pagar el año, que sí, que ellos ya empezaron a finales pero que de lo anterior no saben nada, que ellos no andaban por ahí; uno, que ha liberado la partida del pago, y otros que la partida que no les ha llegado; total, que alguien se pegó unas Navidades de miedo con la pasta de la dichosa partida. Ahora llego yo, que estoy en el paro, y me subo al autobús de la Rober y le digo al conductor que gracias por el Servicio Público que me presta su empresa pero que yo no tengo el dinero para poder pagar el billete del viaje, que la partida correspondiente a ese pago la liberó el Estado y que le debe de haber llegado al INEM, (que también es un Instituto pero Nacional de Empleo) y que es él, el que le va a pagar. Vamos, yo no tengo huevos a decirle eso al del autobús, pero por lo visto, el Ayuntamiento sí los tiene para decirles a los doce Eurotaxis de Granada que no les paga.
Al final, el sobre coste respecto a un auto taxi normal que le supone al autónomo tener ese vehículo adaptado para los discapacitados (sistemas hidráulicos de elevación, de puertas, tamaño del habitáculo, etc…y el precio final de ese coche con todos esos sistemas) habrá de repercutírsele al propio usuario por usarlo, que como no tiene bastante con la jodida silla de ruedas, el coñazo de las muletas o la puñetera pierna ortopédica, ahora también tendrá que pagar dos veces por el mismo Servicio Público (el importe normal del servicio y lo que le descuentan en forma de impuestos) ¡toma ya! Por ser un puto inválido. Eso, o echarle un par de huevos y no pagar lo que estipule la tarifa del correspondiente servicio especial; yo, viendo el tamaño de alguno de los conductores de los Eurotaxis, no lo haría, oiga."
