El rap de Big Bang, en TNT

“A los frikis nos van las titis / Mi laboratorio es fashion Sincronizo el casio, tron / Aquí te rimamos hasta en klingon / Ordenatas y consolas en on / Menos alcohol, menos ron y más rol / En mi mazmorra hay un dragón / Tengo un disfraz pa’ cada estreno y me tachan de friki / Las clavo en un pliki / Leyendo a Stan Lee / Jugando a la Wii / Entre tanto entretente ven / Big Bang / Estamos a cien / En TNT.”

Ya...

Espera, mantén el ritmo, no saltes, espera.
Que no puedo seguirte y tampoco alcanzo a verte;
esta luz que desprende tinieblas no me deja.
Que la puerta se cierra y ni siquiera pude abrirla;
esta fuerza de la que presumía ya no la siento,
que lo oscuro me da miedo y no lo puedo ver.
Espera, avanza, salta, espera.
Y después, corre.

Desde el otro lado

Desde una habitación desordenada, donde suena de fondo U2, sigo sin haber encontrado lo que estoy buscando, y esto no es un "Domingo Sangriento" como dirían ellos; sólo es un Martes cualquiera.
Y la prima de riesgo sigue subiendo; y la bolsa sigue bajando; y Rajoy no está y ya no sé si esperarle o dejarle desaparecido; y los mercados, malditos mercados, que dicen no son nadie pero que lo único seguro es que no los somos todos; y Zapatero otro al que nos cansamos de esperar y que, como dice mi cuñado, se fué a tomar por culo; y los recortes que nos van a pillar a todos y qué miedo a que nos atropellen una y mil veces; y la declaración de la renta con la casilla para la iglesia pre-marcada, y qué bonito está eso, mejor que su porcentaje nos lo cediera a cada uno de nosotros que seguro que le daríamos mejor provecho, y no digo lo que dicen porque mejor no escucharlos ni hacerles de altavoz (a palabras necias...); y el primo de la infanta Leonor, que ese sí es de riesgo; y...

¿en qué clase de mierda estamos metidos?

Parece que hubiera dos tipos de visiones de la realidad distintas, la buena y la mala.
Yo miro desde una habitación desordenada y lo que veo desde aquí no se ajusta a ninguna de las dos versiones; no sé si eso es bueno o malo, sólo que lo veo todo desde el otro lado...

Pensando en lo que pensaba, tuve miedo de dejar de existir; yo no pienso, luego existo; existo, luego pienso.
Quise dejar de pensar... y tuve que hacerlo.

La fé nos salvará

Domingo frío, y mucho frío también en la colina del Sacromonte; romería en honor a San Cecilio, Patrón de la ciudad de Granada, romeros embozados en abrigos buscanco el ausente calor del sol de la mañana y la amigable y cercana calidez del mosto; "fieles" al Patrón y a las saladillas se mezclan con algunos "infieles" al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, al oírle mencionar en su homilía a España calificándola de llena de subsidiados y funcionarios y recomendando a todo parado que se mueva para encontrar trabajo y que busque la manera de salir de esa situación.

Lo de "funcionarios", quizá lo decía por él mismo, ¿o es que la Iglesia no hace llamar "ministros de Dios" a todo cura, sacerdote, obispo, arzobispo o papa que la representa?; pues no hay mayor funcionario que un ministro, aunque también lo son los profesores de la Enseñanza Pública, los Médicos de la Seguridad Social y los miembros de la Seguridad del Estado, pero está claro que él, a diferencia de los anteriores, no enseña nada y ni siquiera llega a pretenderlo, tampoco es capaz de sanar o aliviar la enfermedad a un paciente a pesar de ser "cura", y no digamos ya acerca de velar por el cumplimiento de la Ley porque se puede asegurar que él es incapaz de velar por cumplir la propia ley divina por la que dicen regirse los de su especie. Así que...

Por tanto, el señor arzobispo, al hablar de funcionarios debía de cuadrarse y mostrar respeto ante unos empleados públicos que, casi todos y casi todos los días, le dan a él mil lecciones cuando se trata de servir al ciudadano y de estar al servicio de la Sociedad a la que representan.

Lo de "subsidiados", tiene poco que decir de casi todos ellos, poco o nada, porque bastante tiene todo aquel que recibe justamente una ayuda o un subsidio en intentar recibir eso con la mayor dignidad y vergüenza posibles, y en no sentir que se le está ofreciendo una limosna como pago en forma de contrapartida por la parte proporcional, que él aportó con la merma correspondiente de su sueldo mientras trabajaba, y que legítimamente le toca recibir ahora.
Señor arzobispo, cuando hable de subsidiados, arrodíllese primero ante ellos y limpiese la boca con agua oxigenada, aguarrás, lejía o agua bendita; no nos vaya a salpicar con su veneno al hablar. Y mírese la viga en su ojo, que en este país no hay mayor subsididada que su Iglesia que recibe muchos millones de euros de ayuda pública de la que sale del fondo de nuestros bolsillos con las aportaciones y los impuestos que pagamos, y sí, también de los de esos subsidiados que usted desprecia. Dedique esos millones a ayudar de verdad a todo aquel que lo necesita o a proporcionar el trabajo necesario a todos esos que no lo pueden conseguir apelando sólo a la "Fé en Dios", esa que ustedes dicen que es la que nos va a solucionar el problema del paro.

Puta vergüenza de país éste, de sus habitantes medio adormilados y puta vergüenza de la Iglesia y de casi todos sus "ministros" que se amparan en ella.

www.granadaimedia.com

Hoy me ha dicho un cliente algo que me ha quedado grabado: "... la vida no debe ser mirada hacia atrás, sino vivida hacia delante..."

y, la verdad, me ha gustado escucharlo y analizarlo, sólo un poquito, que si no puedes llegar a desesperarte.
Así que nada, pues eso, vamos a mirar adelante y a seguir el camino, aunque a veces, a semejanza de la foto que he tomado esta mañana, la perspectiva no sea del todo clara y el frío de la incertidumbre nos congele la vista y el cerebro.
Buenas noches... y buena suerte.

Un final feliz

Qué feo empezar el día, antes del amanecer, y escuchar continuamente en la radio del coche noticias desastrosas acerca de la situación del país y del mundo en general; qué feo intentar continuar con tooooodo el día por delante y atender a las quejas de los clientes con respecto a la crisis, los políticos y toooooodos sus problemas; qué feo todo, qué fea casi toda la gente que pasa por la vida con una fea mueca de asco en el rostro.

Menos mal que ya acaba el día, y se me olvida lo feo...,
viendo lo bonito que puede llegar a terminar. (Sierra Nevada, al atardecer, desde la vega de Las Gabias)